Análisis de la adopción de tecnología no destructivas y uso del etiquetado nutricional preciso por parte del consumidor

Abstract

La preocupación por la alimentación saludable en el siglo XXI representa uno de los temas más debatidos en la política, la ciencia y los foros económicos debido a las repercusiones negativas en la salud pública, la sociedad y la economía de un país. En las últimas décadas, los patrones de consumo de alimentos han cambiado significativamente debido a los cambios estructurales de naturaleza socioeconómica y sociocultural que se alejan de las dietas saludables (por ejemplo, la dieta mediterránea). Las consecuencias de estos cambios en el consumo de alimentos han desencadenado varios tipos de enfermedades no transmisibles (INTs), que han afectado negativamente a los países de la Unión Europea (UE) y han provocado alrededor del 86% de las muertes y el 77% de la carga de enfermedad en la última década (OMS/Europa, 2018). Esta situación tan preocupante, ha llevado a la Unión Europea a intervenir mediante reglamentos o estrategias para garantizar una mejoría en la comprensión sobre los productos que compran los ciudadanos europeos y así favorecer una elección de alimentos más saludables. En este contexto, la UE introdujo tres reglamentos relacionados con la política de etiquetado de los alimentos (Reglamento nº 1924/2006, 1169/2011 y 432/2012) y la nueva estrategia “De la granja a la mesa”, cuyo objetivo es armonizar el futuro etiquetado nutricional voluntario en la parte delantera del envase de los productos alimenticios y establecer perfiles nutricionales para 2022.La industria alimentaria ve en las alegaciones nutricionales una gran oportunidad para diferenciar sus productos y aumentar la competitividad con la incorporación de estas alegaciones en los envases de los alimentos. Estas declaraciones deben ser veraces y precisas, y,aunque la mayoría lo son cuando se calcula la media composicional de un lote, algunas pueden ser muy inexactas para un producto individual, especialmente cuando existe una alta variabilidad de la composición dentro de un lote. Este es el caso de los productos en los que la composición de un nutriente difiere debido a las variaciones de la materia prima (por ejemplo, el contenido de grasa en la carne/ pescado) o las condiciones del procesamiento (por ejemplo, el contenido de sal en el jamón curado en seco, el salmón o el bacalao desalado). Por ello, la composición nutricional indicada en la etiqueta no se corresponde con la composición real del producto, superándose los límites de error establecidos por la Unión Europea. Cabe destacar que las declaraciones nutricionales como “reducido en sal”, “reducido en grasa” o “rico en omega 3”, tienen un impacto notable en las elecciones alimentarias individuales, debido a que los consumidores exigen cada vez más alimentos saludables y tratan de seguir una dieta más equilibrada. Para responder a estas inquietudes, es necesario investigar nuevas alternativas para ofrecer una información nutricional más veraz y voluntaria a los consumidores. Este es el caso del etiquetado nutricional preciso, que representa una alternativa voluntaria para proporcionar información sobre la cantidad exacta de nutrientes de los alimentos mediante análisis fisicoquímicos previos realizados por laboratorios certificados. Así, dicho laboratorio añade una nueva columna en la tabla nutricional convencional donde se indica la cantidad veraz/exacta de nutrientes